Autor: Carolina García Doncel

Calificación: 8_Notable

Año: Febrero 2016

Publicación: UAH, Biblioteca CRAI

 

¿Donde se encuentra la oportunidad para intervenir?

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El proyecto surge tras concluir en dos ideas muy claras: 1º_El distrito de Chamberí es el distrito con menor superficie de espacio libre por habitante (ya sean plazas o parques), siendo esta cifra inferior a 1m2xhabitante. Las manzanas que forman la estructura urbana han ido densificándose a lo largo del tiempo conformando edificaciones muy compactas y que encierran en el interior de las manzanas patios o vacíos, algunos de grandes dimensiones, inutilizados y de carácter residual. 2º_Existe una alta concentración y densidad de edificios de carácter docente y educativo y por ello, vemos oportuno considerar el área  como una unidad ambiental educativa en la que más que problemas evidentes, existe una oportunidad muy clara sobre la que trabajar: La ciudad educativa.

¿Cómo intervengo?

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La intervención se centra en la manzana situada entre las C/Sta. Engracia, C/Fernández de la Hoz, Paseo del General Martínez Campos y C/de Rafael Calvo, es una manzana de gran tamaño y muy heterogénea. En ella podemos encontrar el colegio Sagrado Corazón de Jesús, el colegio Mª Inmaculada, la fundación Giner de los Ríos, dos iglesias y dos residencias de las hijas de la Caridad; además, de edificaciones de carácter residencial con bajos comerciales. El proyecto  se reconoce desde dos escalas, una escala de barrio con una propuesta para el conjunto de la manzana y otra escala, la de edificio, interviniendo en el colegio Sagrado Corazón de Jesús. La propuesta a escala de manzana trata de hacer permeable a la calle todo el espacio interior de la manzana. En esta superficie, se incorpora el patio de recreo de dos colegios  y una zona de parque público. Atendiendo a las necesidades de los colegios, ciertas regiones serán de uso exclusivo de ellos en horario escolar, dando la posibilidad de acceso, al resto de la población, fuera de este horario. Complementando esta iniciativa, a escala de edificio, reformo el colegio Sagrado Corazón de Jesús, transformándolo en un colegio-vivero, en el que los alumnos colaborarán en el cuidado de las plantas de su interior y participarán en el proceso regeneración paisajística de la manzana. Esta idea es el reflejo, de una metodología educativa a través de la experiencia, la  creatividad, la diversidad y la flexibilidad. Desaparece el “horario semanal” en el que día se divide en diversas clases (matemáticas, lengua, ingles etc.) y aparece el trabajo por proyectos. Se desmaterializa, “el aula tradicional”, a favor de aulas colaborativas. Trato de aportar una nueva identidad al barrio, este nuevo paisaje en el que tanto alumnos como vecinos serán participes, será su manifestación.